martes, 31 de marzo de 2020

La terapia primal 2.0, la antigua y la música en una tarde de cuarentena


La inmensa necesidad de materializar alguna de las tantas cosas e ideas que por la cuarentena deambulan por mi cabeza me llevó a abrir un documento de Word en blanco y llenarlo con algo que sea novedoso y, al mismo tiempo después del punto final, me encuentre medianamente satisfecho. Hasta ahora había sido el alcohol un recurso para mitigar esta tensión que repercutía en el cuerpo, como desconectando alguna función que me tenía en alerta y conciente de una parte que difícilmente podía controlar. Claro que el inconsciente no labura así, diciéndole qué no tiene que hacer ni pensar.

El disparador fue la aparición de un video, que luego descubrí que era de hace más de 3 años, pero que bien podría encajar en este presente de reclusión social obligatoria. Se trataba de Samsung y su dispositivo de realidad virtual Gear VR que se promocionaba como una alternativa para superar miedos y fobias. Pero así como no le podés decir al inconsciente que no actúe de cierta forma, una marca te está diciendo “be fearless” (no tengas miedo), paradójicamente, como si la lógica del mercado fuese distinta a la del sujeto.


El ejemplo era una persona con temor a las alturas que con los anteojos podía “vivir” de forma artificial la experiencia de estar en una montaña o un sitio de altura, aunque también ofrecía situaciones ficticias referidas al temor de hablar en público. Hoy esa podría ser un escape imaginario tras la puerta y las paredes que nos impiden salir para reducir el riesgo de contagio del coronavirus. Inmediatamente pensé que esto podría ser visto como de forma violenta. Pronto vendrían las respuestas a ese video, las opiniones de especialistas que lo tomaban como una solución a medias.

Es que recordé que cuando analizaba canciones, bandas y procesos creativos musicales surgieron unas que estaban vinculadas con lo que se llamó la Terapia Primal (o terapia del grito primal, etc –tiene otros nombres-) del estadounidense Arthur Janov popular en los 70 y que fue criticada desde la comunidad científica por su poca capacidad de demostración y por centrarse en los aspectos dolorosos reprimidos. Es que en la práctica, esta terapia consistía en la experimentación corporal, sensorial, de emociones causadas por sentimientos y pensamientos reprimidos. Es decir que si vos tenías miedo al agua, el sometimiento a permanecer involuntariamente bajo el mar o ser arrojado de un muelle, eran moneda corriente para esta práctica hasta entonces poco ortodoxa.

Suena malo, e insisto, violento (desde lo simbólico, principalmente), pero lo alternativo era un modo de ser y conocer por aquellos años, y la terapia del grito primal (Primal Scream, como se llamó el libro de Janov en los 70) eran un motor para lo que vendría en lo musical. John Lennon es uno de los más conocidos artistas que pusieron su cuerpo a experimentación para darle una vuelta de tuerca a la producción musical y compositiva. Fue luego de leer el libro de Janov junto a Yoko Ono, en un momento de crisis personal tras la separación de The Beatles. Semanas de angustia y llanto fueron el resultado de esta experimentación, que se vio materializado en el primer álbum de la dupla y en canciones como "Mother" (quizás la maduración de "Girl" de los 4 de Liverpool).


Pero volviendo a lo que representó en la música la terapia, otro de los ejemplos que se ven en lo más superficial pero que también permite un análisis más elevado es el nombre de la banda formada por Curt Smith y Roland Orzabal (dato al pasar: nieto de argentino), Tears for fears (lágrimas por miedos). Protagonistas del rock de los 80, admiraban a las terapias de Janov y adquirieron su nombre basándose en un capítulo del libro Prisioners of pain (Prisioneros del dolor) del psicólogo. De más está mencionar su vínculo con la canción “Shout” (grita) cuya letra invita a sacarlo todo, exteriorizarlo, como sugería la terapia primal.


La terapia también dejó sus huellas en la superficie de otros artistas, entre los que se destacan los escoceses Primal Scream.

Ok. Quedé algo satisfecho. Misión cumplida.

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