Cómo una historia dura y real fue el puntapié de una gran carrera musical.
Quizás esta sea una historia cliché más, como las que vimos repetidamente en las novelas de Thalía con distintas amalgamas, esas que edulcoran la vida y que arranca de la fórmula burguesa "iniciar en situación -10 y terminar con finales felices". Pero es bueno reconocer que allá afuera, o en nuestras familias o amigos, y también en sonidos que escuchamos en el shuffle del reproductor, aparecen estas historias que apañen al fracaso con un toque de suerte (comprobado: no pasa siempre).
Todo mal para un tal Brandon Flowers que una noche, sin poder dormir porque percibía que algo no estaba del todo bien con su novia, se fue a un bar. Allí estaba ella. Con otro. Todo bien para lo que vendría años más tarde.
Brandon y su amigo Dave Keuning eran jóvenes aún cuando en 2001 salió el disco “Is this it?” de The Strokes. Los adolescentes soñaban con ser músicos y algunas cositas tenían entre cuadernos y riffs improvisados. El recientemente comprado disco de The Strokes sonaba realmente bien en ese auto y eso los desmotivó al punto de descartar (casi) todo el repertorio que venían construyendo. “Casi” porque quedó una canción tan real como las sensaciones que allí Brandon depositaba, con imágenes que él mismo creaba y relataba, que no hacían más que mantener una herida abierta.
Celos, negación y revivir la historia para superarla. Esos tres condimentos tiene aquella letra creada para la melodía que Keuning conservaba y que pintaba a Flowers como un completo hombre positivo pero también un negador. Mr Brightside, del disco “Hot Fuss” de 2004, era la canción inspirada en un fracaso amoroso.
“La letra es sobre una antigua novia mía. Todas las emociones en la canción son reales. Cuando escribía la letra, mis heridas estaban demasiado frescas. Yo soy Mr Brightside. Pero creo que esa es la razón por lo que la canción ha persistido, porque es real. La gente percibe esas cosas. Se refleja muy bien en la producción, que grabamos en un par de horas, pero suena como tiene que sonar”, relató el cantante en una entrevista a Q Magazine.
Ese primer corte sería la canción que más tiempo permanecería en los charts británicos: 253 semanas. (Dato al margen: más nacidos y criados en Las Vegas no se consiguen, pero en un principio gran parte del público creía que eran ingleses). Fueron 35 semanas consecutivas, lo que también resulta un número, con una canción que sigue siendo protagonista en los recitales, y que el tipo tiene que seguir cantando y reviviendo aquel mal trago que, por qué no decirlo, les abriría las puertas al estrellato.
En tiempos en que es difícil estar en modo Mr. Brightside, historias como estas dejan abiertas las puertas para creer que allá adelante la cosa estará mejor.
Post-credits scene
No es la primera vez que The Killers hacen un hilo narrativo formado por varias canciones (en otro momento te voy a contar sobre la historia de un asesinato conformado por tres canciones. No por nada se llaman así), pero que pasen tantos años entre una y la otra llama la atención. Más cuando la historia detrás fue tan real y le significó tanto a su autor.
Uff, ¿por dónde empezar? Vamos con el dato duro y de ahí abrimos juego al análisis. En 2012 lanzaron su cuarto disco, “Battle Born”, que incluía el tema Miss Atomic Bomb, que continúa, años después, la historia de Mr. Brightside. En la letra y en el clip (nuevamente con actuación del hermano de Julia Roberts) se sigue la trama. Brandon ya es un hombre mayor y recibe una carta (o al menos eso cree) y se imagina cómo pudo haber sido continuar la historia de amor con quien aquella vez lo había engañado. Ella es Miss Atomic Bomb: tan brillante y seductora pero con peligro de estallar y que se disperse todo el daño que antes le había hecho.
Ahora podés prestar atención a las dos canciones con la información que acabás de leer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario